Comisiones Obreras del País Valenciano | 12 enero 2025.

Estrategias locales ante el impacto del calentamiento global en el agua

  • 'El canvio climático. El caso del agua en la Comunidad Valenciana'

Ante la amenaza del impacto del calentamiento global en el agua, las propuestas finales incluyen "intentar corregir los impactos que hayamos podido ocasionar y prepararnos para situaciones difíciles tanto en lo que la disponibilidad del agua como a la prevención de los riesgos de inundación".

07/04/2016.
Intervención de Manuel Nieto

Intervención de Manuel Nieto

Esta semana ha tenido lugar la segunda sesión del Seminari d'economia de CCOO PV, que ha contado con el doctor en Ciencias Geológicas y presidente emérito de EVREN (Evaluación de Recursos Naturales) Manuel Nieto.

La premisa de partida en la ponencia de Manuel Nieto consistió en ajustar la escala de tiempo (geológico) y aclarar que el clima es una realidad intrínsecamente cambiante, por lo que resulta mucho más preciso hablar de modificaciones o de calentamiento global debido a la acción humana.
 
No obstante, que lo indicado sea así "en absoluto nos exime de la responsabilidad de cuidar con esmero aquello que nos es encomendado, en este caso la superficie terrestre, casa común de la humanidad, ya que las acciones emprendidas u omitidas al respecto pueden resultar absolutamente decisivas para garantizar el suministro del recurso agua al ser humano" matizó.
 
A pesar del avance tecnológico el ser humano no ha dominado definitivamente a la Naturaleza, "seguimos expuestos a fenómenos naturales que condicionan la vida y la supervivencia: sequías e intensos periodos de lluvias que ocasionan devastadoras inundaciones, la mayor parte de las veces incontrolables".
 
El origen del calentamiento se produce en muchas zonas de la Tierra y afecta al conjunto del planeta, pero no a todas las zonas por igual. Una de las áreas más afectadas es la del Mediterráneo Occidental, en la cual se encuentra la Comunidad Valenciana.
 
En lo que se refiere al ciclo hidrológico, el incremento de la temperatura del aire en la superficie terrestre conlleva necesariamente aparejados, entre otros:
 
Fusión del agua en estado sólido.
Elevación del nivel del mar.
Incremento de aridez: evaporación en suelo, embalses, lagos y humedales.
Alteración del régimen de precipitaciones.
Mayor torrencialidad en algunas zonas.
Disminución de lluvias y prolongados periodos de sequía en otras.
Modificaciones drásticas de la recarga de agua en los acuíferos.
Disminución de la disponibilidad de los recursos hídricos superficiales y subterráneos.
 
Los 518 kilómetros del litoral valenciano que en su inmensa mayoría son playas, se verán irremediablemente afectados por el aumento del nivel del mar. Las repercusiones se producirán tanto en el medio natural (playas, acuíferos y humedales costeros como la Albufera) como en el socioeconómico (2.712.392 habitantes en 60 municipios) y una economía que depende en gran medida del sector turístico de sol y playa.
 
Por todo ello, y aunque solo fuese por lo indicado, a la ciudadanía valenciana le interesa apoyar tanto individual como colectivamente todas las medidas encaminadas a disminuir el calentamiento global debido a la acción humana.
 
Determinadas acciones humanas realizadas en el ámbito de nuestro territorio pueden producir efectos muy perjudiciales en las modificaciones del clima y en consecuencia en el ciclo hidrológico, como los riesgos derivados de las inundaciones:
 
En tan solo 24 años casi se ha duplicado la superficie de suelo sellado en la franja costera de la Comunidad Valenciana. Estos cambios en el uso de suelo afectan tanto a la disminución de las tormentas de verano en las cabeceras de los ríos como a la torrencialidad de las precipitaciones en la zona costera.
 
Esta tendencia, unida a los efectos del calentamiento global, tiene como consecuencia un aumento muy considerable de la torrencialidad relacionada con la ciclogénesis mediterránea  (menos episodios de lluvias pero mucho más intensos).
 
Además, al impermeabilizar el suelo, la cantidad de lluvia que éste es capaz de retener es nula por lo que toda la que cae sobre esas superficies se convierte en escorrentía. No obstante y respecto a la escasez de agua disponible, Nieto constaba que una disminución del 10% de las precipitaciones puede suponer hasta un 60% menos de escorrentía a los ríos. Por debajo de los 400 mm de precipitaciones no se produce aportación hídrica alguna, lo que constituye un auténtico umbral crítico en cuanto a la disponibilidad de agua.
 
Afortunadamente un descenso tan drástico de las aportaciones en las cabeceras de las cuencas hidrográficas no lo han sido tanto en el conjunto de las demarcaciones; y esto puede ser debido tanto a que la disminución de las precipitaciones no haya sido tan intensa como al papel amortiguador que tienen las aguas subterráneas.
 
Por otra parte, después de dos años consecutivos con máximas históricas de temperaturas, con aumento de las precipitaciones torrenciales en la costa y casi sin lluvias en las cabeceras de los ríos estamos asistiendo a otro umbral crítico de repercusiones impredecibles.
 
Estrategias correctoras ¿qué podemos, qué debemos hacer?
 
Nieto aboga por intentar corregir los impactos que hayamos podido ocasionar y prepararnos para situaciones difíciles tanto en lo que la disponibilidad del agua como a la prevención de los riesgos de inundación.
 
Adoptar medidas en la gestión del agua: ahorro, utilización de los acuíferos como elementos esenciales en la regulación del recurso, uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas, incremento de las infraestructuras de regulación
 
Intervenir en todas las decisiones implicadas en la utilización del territorio, tanto las de carácter normativo como aquellas tendentes a implantar infraestructuras que permitan la laminación del exceso de escorrentía que produce el sellado de suelo.
 
Adhesión territorial a las estrategias sobre el agua como un factor determinante en el cambio climático, como ya lo han hecho la Red Internacional de Organismos de Cuenca (RIOC) en su propuesta al "Pacto de París sobre el agua y la adaptación al cambio climático en las cuencas de los ríos, lagos y acuíferos".
 
Asumir con todas su consecuencias las conclusiones del último encuentro del Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI) que congregó hace un mes a 3.300 participantes de 125 países:
 
"El agua es el denominador común de todos los aspectos del cambio climático"
 
"Si la gestión de los recursos hídricos no queda plenamente integrada en la agenda de cambio climático, los efectos del clima serán significativamente peores en nuestras sociedades".
 
"El cambio climático es el cambio acuático".