Comisiones Obreras del País Valenciano | 23 diciembre 2024.

Dolors Sánchez insta a no tener miedo a los procesos constituyentes populares

  • La emergencia de una voluntad colectiva es crucial para una reforma intelectual y moral o la construcción de un Estado ético. Gramsci

Dolores Sánchez, historiadora, referente feminista y presidenta de la Fundació d’Estudis i Iniciatives Sociolaborals (FEIS) ha pronunciado la ponencia 'Construir nuevas mayorias sociales en un Estado de bienestar en crisis’. La sesión se ha celebrado en el  salón de actos de la sede del sindicato en Valencia (plaza Nápoles y Sicília, 5) entre las 11.30h y las les 13.30 horas, como siempre abierta al público y al debate posterior como objetivo en tanto enriquecimiento colectivo de los planteamientos y propuestas iniciales.

16/06/2016.
Dolors Sanches, presidenta de la FEIS en el #SeminariEconomia

Dolors Sanches, presidenta de la FEIS en el #SeminariEconomia

La historiadora Dolors Sánchez, referente feminista y presidenta de la Fundació d’Estudis i Iniciatives Sociolaborals (FEIS) ha pronunciado la ponencia 'Construir nuevas mayorias sociales en un Estado de bienestar en crisis’. La sesión se ha celebrado en el salón de actos de la sede del sindicato en Valencia (plaza Nápoles y Sicília, 5) entre las 11.30h y las les 13.30 horas, como siempre abierta al público y al debate posterior como objetivo en tanto enriquecimiento colectivo de los planteamientos y propuestas iniciales.

La ponencia ha buceado en los requisitos para la construcción sólida de una mayoría social hoy, ante el desmantelamiento de un Estado de bienestar que creímos consolidado y se ha demostrado fácilmente devaluable. Dolors Sánchez ha enumerado los presupuestos imprecindibles que permiten este proceso.

Dolors Sánchez ha enumerado los presupuestos imprescindibles que permiten este proceso constituyente: "El pueblo" se construye en acción; a partir de la capacidad de enunciarse; reconociéndose en una colectividad sufriente; planteaando los padecimientos como demandas políticas; trascendiendo de los problemas personales a los públicos; estableciendo nuevas identidades.

La búsqueda de una respuesta adecuada al momento actual de crisis de hegemonía de los poderes dominantes requiere tirar del hilo conductor entre revoluciones tan diversas como la francesa, la rusa, o el movimiento de derechos civiles, pasando por la lucha antifranquista o los movimientos libertarios o la decepción posterior a la devastación de las guerras y los totalitarismos.

La brecha esperanzadora pese a la profunda crisis de desigualdad es la potencialidad que supone la toma de conciencia de una realidad de falta de privilegios/derechos. Es en esa dinámica de devenir pueblo/sujeto político en la que la desigualdad percibida deja de ser soportable y fuerza a tomar la palabra en nombre de un NOSOTRAS (nosotras las mujeres, los negros, etc..)

En el relato repleto de citas históricas y pictóricas, Sánchez ha alertado de la inocencia de construir sujetos frágiles y de la arrogancia de anquilosarse en cuestiones excluyentes incapaces de sumar y que dificultan la construcción de una nueva mayoría social capaz de oponerse al bloque actualmente dominante, llámese especulación financiera, reagrupación oligárquica o simple liberalismo.

Sanchez alienta a aprovechar la crisis de representación (que no de represión) de los poderes/clases dominantes, de evidenciar la pérdida de enunciación creíble y de consenso para disputarles la hegemonía social.

La capacidad de un sector particular de constituise como universal dando sentido a una totalidad y articular un proyecto para la mayoría ha de ser capaz de resignificar conceptos muy asentados.

En el segundo bloque de la ponencia, en el enfoque histórico, Dolors ha ejemplificado la evolución de PLEBS a pueblo nacional, apelando a la formulación del contrato social durante la revolución francesa en el que los agentes (menos las mujeres, sin agencia política) enunciaron un pacto entre iguales.

Pero las dificultades posteriores para reproducir ese reconocimiento mutuo por oposición clara a la élite privilegiada la heredaría una clase obrera más comunitarista que revolucionaria. Una clase con gran resistencia a determinados cambios y un problema de identificación que no le permitió arrastrar a campesinos, pequeña burguesía, etc.. ante la dificultad de reconocerse en ese NOSOTROS.

De aquí venimos. La idea de la clase obrera como determinación económica, entre otras muchas cosas, recortaría su capacidad política. Sánchez ha nombrado la insuficiencia del cuadro marxista, citando la afirmación de que NO se puede postular un vínculo automático entre dominación y lucha contra la dominación, apelando a la necesidad de estudiar la peculiar morfología de cada proceso revolucionario o de cambio.

¿Dónde estamos?

Según Sánchez, es el momento adecuado para disputar la palabra IGUALDAD, construir un suelo común mínimo del que sea muy difícil retroceder. Hay que construir una transversalidad que reconozca que este proceso de construcción es es de una mayoría diversa, evitando caer en atributos identitarios y excluyentes para ser capaces de enunciar un lenguaje que nos construya