Comisiones Obreras del País Valenciano | 23 diciembre 2024.

Impactos del TTIP y CETA sobre el empleo y los derechos laborales

    Ante el embite desregulador y la complejidad de dar marcha atrás una vez iniciada la aplicación provisional del CETA, que deberá decidirse en un futuro relativamente cercano, Guaman espolea el papel del sindicalismo europeo. “Hemos de ser punta de lanza de oposición al paquete de injerencias que suponen los tratados comerciales, nos estamos jugando el futuro” ha animado. CCOO tiene experiencia en el largo camino de sensibilización llevado a cabo junto a organizaciones de la sociedad civil, un trabajo que es una responsabilidad y una oportunidad de recuperación de la defensa de la mayoria social directamente perjudicada y de denuncia de una conculcación de derechos e intereses sociales y laborales de muy complicada reversión.

    07/07/2016.
    Adoración Guaman, Ventura Montalbán y Emerit Bono

    Adoración Guaman, Ventura Montalbán y Emerit Bono

    La ponencia ha puesto el foco en el impacto del TTIP sobre el empleo y los derechos de los trabajadores, a consecuencia del currículum oculto del tratado, los tres pilares fundamentales que Guaman sintetiza en: la desigual liberalización del comercio de servicios, incluyendo los públicos; la convergencia (des)reguladora que entiende la ley como obstrucción al comercio y no como derecho ciudadano y protección de la inversión extranjera o “el ICS contra el derecho estatal a regular”.

    Así, “comprar” el TTIP supondría asumir un modelo de que apuesta descaradamente por la liberalización del comercio de servicios, incluyendo los públicos, frente a la protección como premisa. La ponente ha planteado su intervención en torno a interrogantes éticos sobre las consecuencias económicas y para un estado social en fase de recesión, por ejemplo, de la apertura de la contratación pública a las empresas extranjeras, y ha denunciado la insuficiencia de las cláusulas sociales con las que pretenden ganar el favor de los sindicatos.

    A su juicio, el corazón del TTIP, su objetivo primordial encubierto es la cooperación (des)reguladora por las consecuencias sociales y de conculcación de derechos de todo tipo para asegurar a cualquier coste la protección a las inversiones extranjera, mediante tratados bilaterales de inversión, excepciones legales, etc.

    La ponente se ha detenido en la desarticulación de los mitos creados en torno a los beneficios de eliminar normativas percibidas como trabas y no como derechos de protección. Ante el ocultismo y las (falsas) promesas de creación directa de empleo y oportunidades de comercio (ocultando la posición desnivelada respecto a EEUU o el riesgo de expulsión del mercado interior europeo la ponente ha celebrado la proliferación de análisis y contra-análisis sólidos de los efectos, cada vez más innegables, tanto en la economía mundial como sobre la soberanía de los estados, la prestación de servicios fundamentales y su afectación sobre los derechos de los trabajadores, la salud ambiental y humana, etc..

    Adoración Guaman ha cuestionado el mecanismo arbitral de solución de controversias (ISDS/ICS) aplicado en el tratado con Canadá (CETA) y en el TTIP argumentando la ineficacia interesada de este mecanismo, que no deja de ser la respuesta técnica a una premisa básica ¿cooperación o desregulación? La campaña de marketing del tratado define como “mecanismo arbitral de solución de conflictos” lo que Guaman prefiera definir como el triunfo de las multinacionales contra los gobiernos… y seguir haciendo preguntas. ¿Cómo se pretende conseguir la «cooperación reguladora», qué funciones y alcance se arroga el Consejo de Cooperación reguladora?

    La alerta sindical ante el riesgo de dumping social y el llamado Modo 4 implica hacerse preguntas sobre el impacto en las normativas estatales de derechos laborales “¿estamos dispuestos a firmar un modelo de derechos laborales a la americana, sin derecho de sindicación, de huelga, aceptando despido libre? Los sindicatos deben estar muy vigilantes ante la llegada de trabajadores desplazados y exigir que se cumplan los convenios.. “Nuestro techo no puede ser el cumplimiento de los tratados de la OIT, ese ha sido siempre nuestro suelo para empezar a negociar”, ha recordado.