Comisiones Obreras del País Valenciano | 22 noviembre 2024.

Panel de experiencias de defensa colectiva ante la precariedad

    Soraya, Nuria y María José compartieron sus procesos de acción frente a mecanismos crecientes de precarización salvaje, y pusieron sobre la mesa el papel del sindicato como paraguas y canal del inconformismo que hace posible la defensa común de un trabajo digno.

    17/09/2018.
    Panel de experiencias contra la precariedad

    Panel de experiencias contra la precariedad

    La XXIII Escola d’Estiu acogió un panel de experiencias de organización e intervención sindical de tres trabajadoras representativas de colectivos muy precarizados: falsa cooperativa cárnica, limpieza, instalaciones públicas deportivas. La presentación de la campaña #PrecarityWar también puso en el foco el aberrante nivel de precariedad alcanzado en el sector servicios, y las respuestas para visitar las condiciones de trabajo de camareras de piso, becarias, o restauración.

    Soraya García, extrabajadora de SERVICARNE, falsa cooperativa de Campofrío, expuso el calvario de trabajar “en semiesclavitud, con cambios constantes de horario, 6 noches a la semana, sin derecho a participar en asambleas, autónoma forzosa, con todas las obligaciones y costes (pago por mi cuenta de uniforme, seguros, EPIS, IRPF..pero sin ningún derecho a ser informada, a enfermar, a paro, a vacaciones, a bajas o cobertura de accidente, por 65€ brutos”. Un nivel de precariedad que se normaliza y destruye la vida social y personal “mi familia hacía planes sin contar conmigo”.

    Fue despedida de forma fulminante después de 15 años por afiliarse, después de pedir una respuesta a los cambios de condiciones que les pusieron delante de la cara sin más opción que tragar: “es lo que hay”. El 14 de abril llegó un chico a la puerta con un folleto de CCOO. Empezamos a organizarnos, después del ultimátum para que firmásemos la baja voluntaria por adelantado. Enviamos un burofax con todos los afiliados y la respuesta fue la rescisión inmediata del contrato. “Los comités de empresa de las firmas principales deberían mirar por todas las personas que están en esta situación, no hay derecho a lo que han hecho con nosotras” lamenta.

    Ahora esperan el juicio, sin trabajo al que volver y pagando religiosamente la cuota de autónoma. “Lo más duro es el desprecio, que te echen a la calle y pongan tu nombre en una lista prohibiendo el acceso hasta a las taquillas con los efectos personales, como si no lleváramos algunas más de 20 años trabajando allí.

    Nuria de Frutos, monitora de natación y socorrista en instalaciones públicas (privatizadas), sometida a constantes modificaciones de las condiciones laborales con cada cambio de contrata. Los principales problemas que enfrentan son la desunión, aprovechada por la necesidad individual de aumentar las horas y una falta de conciencia respecto a los riegos para la salud de una actividad en la que se trabaja con el cuerpo durante años, con presiones para no acudir a la mutua.

    “Cuando empezaron a echar gente y reducirnos las horas me presenté por CCOO en las elecciones sindicales y hemos conseguido ser un bloque frente a los intentos de modificaciones individuales” afirma. Su colaboración con el sindicato le ha permitido conocer mejor el sector, la convivencia de veteranos con una mayoría más joven “que concibe este trabajo como complemento, y que no sabe ni lo que es un sindicato ni para qué sirve”.

    La crisis aumentó el índice de parcialidad y la cantidad de mayores de 40 años con un perfil diferente y mayor conciencia de la necesidad de reivindicar mejores condiciones, jornadas completas, salarios dignos y vida más allá del trabajo. “Hemos experimentado un aumento de afiliación y representación sindical, algo cambia, pero queda mucha tarea educativa, con las plantillas pero también con las administraciones públicas, para que no permitan pliegos con bajas temerarias a la hora de negociar los convenios.

    María José Ojeda, más de 20 años de experiencia en el sector de la limpieza, ha pasado por innumerables contratas, muchas veces tras una labor complicada de acción sindical, de sensibilizar a las compañeras para denunciar, tras conseguir que les reconocieran los derechos negados, una nueva subrogación y cambio de empresa las obliga a empezar de cero.

    Las adjudicatarias intentan cambiar las condiciones a peor, no contar como tiempo efectivo de trabajo los desplazamientos entre centros, ni pagar uniformes a personas contratadas 45 minutos. La mayoría acaban enfermando, el 92% del personal al que pasamos el test de riesgo psicosocial acusaba estrés y cargas de trabajo excesivas.

    Cuando empezó estaba a jornada completa pero las sucesivas reducciones de horas es una de las mayores dificultades a la que se enfrentan, “al 90% de la plantilla de mi edad las han despedido gratis. Les renta más tener a muchas personas con pocas horas a las que no dan nada (formación, EPI, ropa..) que ofrecer 50 jornadas completas en condiciones”.

    La parcialidad es una trampa, reducirla es un reto importante, los comités de empresa tienen que encontrar la forma de hacer cumplir el convenio al 100%. Existen sentencias que afirman que “el plus de transporte no se puede cobrar parcialmente, debe cobrarse el 100% o por días trabajados.

    La primera vez que habló con su representante le preguntó ¿estás dispuesta a pelear?, mejoró sus condiciones, y con el tiempo ha llegado a ser miembro de varios comités de empresa, y a presentar tres conflictos colectivos.

    J. Miguel Mandingorra, secretario general de Serveis PV presentó la campaña conjunta con la Generalitat de sensibilización, denuncia y formación contra la precariedad intersectorial, especialmente en los subsectores feminizados de turismo, comercio u hostelería.

    La iniciativa ‘Únete a CCOO en la lucha contra la precariedad’ da continuidad a las “superheroínas” de la #PrecarityWar y en este caso pone el foco en las condiciones de especial vulnerabilidad a las que se enfrentan camareras de piso, personal becario o de restauración.

    Los riesgos comunes agravados con la crisis y los cambios legislativos incluyen externalizaciones con merma de derechos, reducciones salariales, aumento de carga de trabajo, riesgo para la salud, pluriempleo, eventualidad y parcialidad forzada.

    El objetivo principal es la toma de conciencia por parte de todos los agentes, incluyendo las personas usuarias de los servicios, de la necesidad de reducir la temporalidad en el sector turístico. La campaña especialmente orientada a representantes sindicales del sector turístico como herramienta con la que llamar a la acción de las propias personas trabajadoras afectadas.

    Las fases de la campaña incluyen la recopilación de datos, diseño gráfico, identificación de los factores desencadenantes, generación de propuestas a la Administración y a las empresas, presentación pública de las conclusiones y reclamación colectiva de medidas correctoras.