Comisiones Obreras del País Valenciano | 26 septiembre 2024.

Serpientes que no son de verano y heridas abiertas

  • Francisco J. García Alcaraz, secretari general de CCOO Alacantí-les Marines

Comienzan los cursos, remite la ola de calor del verano vigente y toca revisar el término «serpientes de verano», noticias nacidas del vacío informativo estival, ya generalizadas desde que los bulos se imponen y que ya no son entretenimiento por la impunidad de las redes. ¿Qué tal serpientes mentivenenosas? ¿Polivenenosas?

16/09/2024.
Francisco García Alcaraz

Francisco García Alcaraz

Heridas: han pasado 17 años desde que su primo catedrático le dijera, según M. Rajoy, que «si no se podía saber el tiempo que haría en Sevilla en seis meses, ¿cómo iba a saberse lo del cambio climático». Se sabía y se sabe, aunque coticen al alza los negacionismos.

El verano ha vuelto a batir récords de temperaturas, también del agua del mar. La sequía aumenta y nos advierte de los efectos de la crisis climática, que nos afecta de lleno, ¡Y lo sabes! Pero no hacemos casi nada y los pinos se secan, el regadío agoniza y el desierto prospera tanto como la Xylella fastidiosa en los almendros.

Mientras lo que nos afecta sigue su curso ¿inexorable?, ¿De qué se nos habla? De Puigdemón, de Malinche y Cano, de la familia Sancho, de por dónde y quién rompe España, de Trump, de Milei, de Biden, de Maduro... «Un poquito de por favor», nos diría aquel.

Acabando el tema del clima, es estúpido negar la realidad y la necesidad de la Agenda 2030 como está ocurriendo. Aquí, seguimos acumulando retraso en Zonas de Bajas Emisiones, aparcamientos disuasorios, puntos de recarga, cercanías, transporte público urbano e interurbano, etc.

Son debates y propuestas urgentes que cabría acelerar porque las necesita el planeta, las personas y una competitividad industrial que podría aumentar potenciando la reindustrialización desde el abaratamiento de la energía, la que aquí el sol nos regala, en lugar de con los «tradicionales» bajos salarios, precariedad y economía sumergida alicantina.

Mientras la política, de la municipal a la estatal pasando por la autonómica, se pierde en debates polarizados hueros de propuestas. Y los «esfuerzos» de esa «discusión» para contentar cada uno a los suyos, son esfuerzos robados a la ejecución real de proyectos y a la concreción de proyectos. Que cada palo aguante su vela de in-competencias.

Se está actuando irresponsablemente y nuestros antecedentes son preocupantes: España durante 20 años no ha alcanzado el 70 % de absorción (grado de ejecución de lo presupuestado) de los históricos Fondos Estructurales de Inversión Europea (FEDER, FSE, FEMP, FEADER y Fondo de Cohesión Social, al que España dejó de poder optar en 2014).

El ambicioso Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del gobierno de España (PRTR) y los actuales fondos Next Generation, tienen como plazo el verano de 2026 y, con hasta 163.000 millones, una cuantía que podría triplicar la recibida de Europa desde el año 2000 ¡en sólo 6 años!

Menos samba e mais trabalhar, nos diría cualquier brasileño que supiera que, salvo el Ministerio de Transportes, que sí ha cumplido los planes y objetivos marcados movilizando los casi 12.000 millones que tiene asignados, el resto de ministerios, con un 30 % adjudicado, comunidades autónomas, con un 11 %, y corporaciones locales, con un 10 %, están muy lejos de alcanzar sus propias ¿metas? Cri, cri.

A pymes y ciudadanía en general, nos preocupa la falta de ideas y proyectos tanto como una gestión claramente insolvente. Es lo que se oculta tras la confrontación eterna, supuestamente ideológico-identitaria de España, y con el manido «y tú más» de la antipolítica.

Hay muchas cosas por debatir que sí afectan a la gente. Un ejemplo ahora que todo gira en torno al «concierto» catalán, sería retomar las reivindicaciones de la plataforma Finançament Just y dejar de ser don Tancredos del ruedo político de Madrid y de ser las y los pagafantas de España.

Hay que defender en Madrid y ante el resto de Comunidades Autónomas y partidos políticos, la justa y unánime exigencia de esa plataforma nacida en 2017: 1) La reforma del sistema autonòmic de finançament; 2) El repartiment equitatiu de les inversions estatals; 3) El reconeixement del nostre déficit acumulat de finançament i de mecanismes de compensació.

El momento es ahora y, aunque el debate parezca ideológico o semántico (quita, condonación, cupo, nivelación, etc.), la realidad es la que la misma CEV reivindica sin retórica: necesitamos la condonación, por ilegítima, del 70 % de nuestra deuda. Son 30.000 millones de lastre financiero que el presidente Mazón no se atreve a reivindicar a Feijoo, disfrazando de catalanofobia su ramplona pleitesía.

No caben en este texto otras cuestiones que se procrastinan. Como la Justicia (no lo del lawfare, el secuestro del CGPJ y el triunfo de una primera mujer presidiéndolo), que acumulando retrasos se hace injusta y que necesita juzgados y personal que no llega. Rezaba la portada de INFORMACIÓN de 21 de agosto de 2023: «La justicia necesita 25 juzgados más para combatir el colapso judicial». El problema crece un año después.

Abramos debate sobre políticas de protección social que cabe potenciar en una sociedad que envejece, sobre el trabajo de cuidado que han de ser empleo digno y que, como tantos otros sectores (campo, empleo doméstico, hostelería, construcción), sostiene personas migrantes. Migración que se criminaliza si es pobre o llega en patera, y se aplaude y escolariza por miles sin «dificultad», si conduce coches de alta gama y su piel es clara.

Hablemos de turismo y de futuro: La portada mencionada tenía otro titular incontestable: «el 37 % de los alicantinos no puede irse ni una semana de vacaciones». Es decir, el 37 % no puede ser tú (rista).

Hablemos de vivienda, de juventud, de salarios, de emancipación, de natalidad y conciliación, de la jornada de 37’5 horas, de violencia machista, de pobreza, de residencias, de brecha digital y de los presupuestos, de los que todo depende.

Sonroja conocer sus bajos porcentajes de ejecución presupuestaria. Nuestra Diputación sólo ejecutó el 21 % de su previsión de inversiones de 2023. La Generalitat ocupa la última posición autonómica en ejecución, con Agricultura, que tanto lo necesita, en torno a un 0 %.